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Gracias Dios, por todas esas puertas que me abriste y también por esas que cerraste para protegerme, porque solo tú sabes lo que de verdad me conviene y conoces los deseos de mi corazón, te doy gracias por ayudarme a triunfar y sobreponerme ante toda dificultad, te debo mis triunfos, mi vida y todas mis alegrías.