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EN MI ANGUSTIA CLAMÉ AL SEÑOR Y ÉL ME RESPONDIÓ – Salmo 120:1. Ante cualquier obstáculo dirige tu corazón a Dios, habla con Él y pídele que te ilumine con su poder, que guíe tus acciones y pensamientos, no dudes en pedirle ayuda el Señor siempre nos escucha en el momento y lugar que sea ahí está atento a lo que necesites y te responderá, ten absoluta confianza en ello tranquiliza tu alma para que escuches su voz dándote una solución sabia.