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Desde que dejé de tomar la iniciativa para escribir, no he vuelto a saber nada de ti. Renuncie a ser quien deba buscarte siempre y desde entonces tu comunicación ha sido nula, ahora comprendo perfectamente que sólo había interés de mi parte. En fin, sólo espero que estés bien y que todo aquello a lo que realmente le estés prestando tu atención, te haga muy feliz.