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Cada vez que subas un escalón de triunfo, sube dos de humildad. Mientras avanzas por ese camino hacia el éxito, es importante que recuerdes tus raíces y mantengas el sentido de humildad. El éxito debe ir de la mano con la modestia y la gratitud, manteniendo un ambiente saludable a tu alrededor. Nunca te consideres superior y en lo posible aporta a los demás.